La siguiente historia es real y me pasó a mí. Hace
un año tenía a mi menor hermano enfermo en el hospital, por un extraño virus.
Por tal motivo mi familia y yo hacíamos jornadas de tres
turnos para cuidarlo.
Una noche cuando anhelaba salir de aquel lugar
tan tétrico, pocos minutos después de las 21hrs llegó mi madre y casi sin
despedirse salí rápidamente. Fue entonces cuando al pasar por la sala de
emergencias escuché las sirenas de una ambulancia. Era un hombre gravemente herido,
los paramédicos actuaron de manera rápida para poder transportarlo hacia la
sala de operaciones. De repente, al pasar la camilla por mi costado el pobre
hombre estiro débilmente su mano en dirección a mí y cerró los ojos, quedé en
shock en ese momento.
Luego de ello un paramédico optó por taparle la
cara con las sábanas, el pobre hombre había muerto. Al día siguiente tenía que
ir a la universidad y aún me sentía mal por aquel terrible momento que me tocó
vivir dado que era la primera vez que presenciaba una muerte tan cerca.
Desde aquel día cada vez que estoy frente a un
espejo siento la presencia del mismo hombre cogiéndome el brazo o mirándome de
lejos, cada vez que duermo sueño con aquella mirada triste con la que me miraba
antes de su muerte. Sin embargo, todo cambio cuando en una de las visitas
cotidianas a mi hermano, el hombre que justamente vi morir estaba curiosamente
en el mismo cuarto y en una cama adyacente. Cuando me percaté de lo ocurrido
nos miramos y me señaló tal y como lo hizo la primera vez que nos cruzamos.
Fuente: "http://diarioelpopular.com"